martes, 9 de diciembre de 2008



“¿Llegó la hora?"

 

 

Sumido en el congojo incierto de un destino trazado,

Evitando enfrentar lo que dice la mano,

Pánico paralizador, los tendones se tensan,

El paso que no se da, al aire colgando de la rodilla,

Indeciso, duda frecuente que pinta los días,

Y lo repiten los astros, lo escupe el cosmos,

Aferrado a lo seguro, la tranquilidad que brinda al hogar,

Tristemente mueren los sueños en la punta de la pluma,

Esa que llora en negro por ser compartida en tiempo,

Protagonista de esta historia a color.

 

Partido en dos, uno aquel que carga un gran peso ajeno,

Otro, el que fantasea con sus propios anhelos,

Imposible fusión, repelen los polos a sus opuestos,

Burla del miedo, razón que no suelta los brazos,

Talento sin fundamento, ¿capricho ciego acaso?

 

Los pensamientos evocan al tino,

Se concentran muy lejos de lo mundano,

Material combustible de la creación,

Lo demandan los dedos, cambio de profesión,

Acto inmediato sólo así lograr la salvación del alma,

Pues ya duele la cabeza en esta guerra de dos caras.

 

Se supone escrito en las estrellas,

Entonces creo que soy analfabeta,

No lo he leído, pero escucho susurros en todo momento,

El llamado que aterra, honesto confieso mi miedo,

Tiemblan las piernas pensar en cambio tan drástico,

Posibilidad de completo fracaso,

Y en la otra mano de infelicidad,  ¿Qué pesará más?

Huele ya a viento del norte, que arrastra consigo los cambios.



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