jueves, 2 de diciembre de 2010



DE VUELTA EL NIÑO

La emoción de un instante y el miedo a verlo terminado. Contar los segundos hasta oír sonar las campanas del reloj de la abuela, ese que cuelga en la pared de la cocina, e hipnotizado ver a los pajaritos salir para anunciar las 6 de la tarde. Correr, encontrarse en el camino con los sueños, la realidad que ataca, las ganas de esfumarse, simplemente escapar. El camino se acaba, callejón sin salida ¿Ahora qué? ¡A volar!


Surcar el cielo atravesando los blancos espumosos que dibujé cuando tenía apenas 8 y, varios años después, recupero entre el azul y buenas noches las ilusiones guardadas en un baúl, la emoción y la estupefacción infantil. Mírame, de brazos estirados, son la sonrisa amplia devorando a cachos el infinito que empieza en mi pecho y terminará el día de mi muerte.


Se ven pequeñas las ciudades desde arriba, desde acá pierde sentido el capitalismo, lejos, muy lejos de todo, viajando libre al lado de la nada. Acá no hay paredes ni finales en el camino, todo fluye, todo sigue.

Se oye a lo lejos de nuevo el reloj, son las 9, hora de cenar, de regreso el azul es negro, y los blancos se tornan gris. El baile de mil luces sobre mi cabeza, a mi ritmo, y la inhalación profunda acompaña la absolución de los pecados. El aterrizaje suave sobre el verde, y correr para alcanzar un plato caliente. La mesa es la misma, la gente la misma, el sabor es el mismo. Pero mañana a las 6 volveré a alzar el vuelo.







CIERTAMENTE


Aferrarnos a la idea de la inmortalidad, o al menos esa ilusión de vejez, pero ¿Quién sabe en realidad cuándo nos toca?


Y posponer los momentos, retrasar los amores, irse lento con los sentimientos, y cuidarse cada paso, ¿para qué? Un tropiezo, un choque, un bocado que se va por el lado incorrecto, algún imprudente que se atraviesa en el camino, alguna desconocida enfermedad, simplemente estar en el lugar y tiempo equivocado, cualquier hora es perfecta para marcharnos, y qué mejor que estar listo para despedirnos.


Ya no quiero frenarme, no vale la pena, cada día se vive como único e irrepetible, cierto que hay rutina, cierto que la aborrezco, cierto que siento morir cada día atado a la monotonía, pero cierto también que hay maravillas en el día a día. Cierto que me rehúso, que critico y me enojo, pero no me atrevo a dar el cambio, y sé que está en mí, en ti, en cada uno de nosotros, siempre hay opciones, y a final de cuentas, estoy donde estoy porque así lo elegí, si no es lo que quería en cualquier momento podría cambiarlo, el problema es la valentía, escasa en estos días y tan cara como diamantes.


Y entonces me preguntó ¿Es así como quiero ser recordado? ¿Es así como quiero vivir mis últimos días? Porque cada día puede ser tu último día, todos los sabemos, pero no hace sentido hasta tenerlo cerca, y ni aún así, con la catrina de frente, paseando a mis amigos, tengo el valor suficiente para mutar.

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Cobarde, me declaro cobarde.



miércoles, 6 de octubre de 2010



MIS MEMORIAS


Que sea un recuerdo el que deje en tu memoria,

De las andanzas matutinas por las calles de coyoacán,

Al frío ritmo, paso pausado,

Andando simplemente con los corazones enlazados,

En silencio, sin necesidad de nada,

Pero que se guarde a la posteridad

Los besos que nos hemos regalado.

Aquí una promesa,

El compartir la vida y mil futuros.


Que sea un recuerdo el que se grabe en tu memoria,

De esos despertares juntos

Entre sábanas y abrazos,

Al sutil ritmo del deseo de estar juntos.

Desayunar de tus ojos la sensibilidad de amarme tanto,

Siendo testigo único mi alma.


Que sea un recuerdo el que se inmortalice en tu memoria,

De las letras que nos dimos

Y las risas compartidas,

Los encuentros de las almas,

Las palmas y el alabastro,

Sonidos perdidos y luego encontrados,

Paseos cortos y largos,

Vespertinos,

Nocturnos,

Eternos,

Sí, eternamente juntos.

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Porque si muero, que sean estos tus recuerdos.



lunes, 6 de septiembre de 2010





Contradicción, por reducción el absurdo.


¿Cómo explicar lo inexplicable? Aquella sensación de saberlo pero sin poder enumerar respuestas amarradas al lápiz. Un cruce de miradas despertó la curiosidad, más allá de eso, materializó un sueño. Un paso veloz pero bien definido, aferrado al suelo aunque rosando el cielo. Sutil línea que divide entre realidad y fantasía, ¿Dónde estaré pisando? Y sin aviso, ni previa notificación, llegó a estremecer mi mundo. Los pedazos no cayeron lejos del manzano, y los cristales reflejan el brillo del sol. Aquí hay verde entre azul y tiempo infinito, columpiando sobre trigales violáceos sin razón aparente de ser.

Las proporciones no guardadas, pero si inversamente equitativas a las palabras que se dicen de frente, aunque algunas se las coman las paredes, y otras las almohadas. Sin marcas al tiempo, se entregan los versos, endecasílabos y dodecaedros, en realidad sin métrica ni geometría.

Mancharse las manos y borrar las líneas para reescribir historias, aunque en realidad ya estaba escrito, lo ratifica el oráculo de Efeso. Trazos desde el ombligo, que trepan por el pecho para enaltecer el corazón, llegando a la garganta y llenar de palabras, luego terminar en la cabeza para coronar las circunstancias.

Un silencio que no cesa, lleno de posibilidades que se tejen forrado de acero, indestructible situación, bajando los pasillos, después de las escaleras la salida, y saturar el vació eterno de un futuro con final feliz.



[fotografía: Sylwana Zybura a.k.a. Madame Peripetie]


martes, 31 de agosto de 2010





PASOS A DESTIEMPO


La emoción precipitada, respirar y andar de nuevo. El segundero con sus millones de vueltas, náuseas provocadas, vomitarlo todo y ahora a reconstruir. En formol se recupera. Ya no sangra, ya no delira, tiene un brillo especial. Es como un nuevo corazón, sí, sí lo es.


Más vueltas, más rápido, pero sin mareos, hoy lo disfruto. Vete lento por ahí me advierten, pero no quiero, les respondo. Es mi ritmo, es mi peligro, y no temo el riesgo. Agradezco los consejos, más sólo escucho uno, el del corazón. Por primera vez y como nunca, que se abalance contra el mundo.




[fotograía: Mert Alas y Marcus Piggot]

viernes, 20 de agosto de 2010




LO SÉ.


¿Qué fue lo qué nos pasó? ¿En qué momento nos perdimos en nosotros mismos? caminos amorfos y sin dirección dentro de nuestra locura, que entre tantos intentos de no caer en la cotidianidad ni formar parte de la estupidez masiva, hemos caído en un conflicto de rebelión contra el mundo, un sistema imposible de derrocar, porque entre tanto pensar, nos agobiamos y nos desgastamos. Tienes razón, que fácil sería ser estúpido, medir la felicidad en base al número de tarjetas en la cartera, la marca que cuelgue de la etiqueta, o el número de tragos que podamos beber en una noche. Ojalá fuera así de sencillo, pero nuestras mentes despertaron hace muchos ayeres, y es imposible ya domarlas. Hoy nos toca ser diferentes. Porque ser una piedra gris atenta contra nuestra naturaleza, lo sabes, lo sabemos, no podemos evitarlo. Y nos desgatamos, y nos agobiamos. Lo sabes, lo sabemos.

La intolerancia a la idiotez que no nos permite una conversación vacía de larga duración, ni conocer a quien, por miedo a la soledad, prefiera la compañía de almas superficiales. Creemos en las energías de las mentes, su poder y alcance, la capacidad exponencial de cada uno, la individualidad y la unión. Volar, contra corriente, contra el viento. Un deseo insaciable de escapar y perderse en la nada de la ‘nadedad’ donde no estorbe el ruido de las masas ni entorpezcan los pasos de los transeúntes aborregados, esos que circulan con la inercia, la dirección marcada por un complejo caótico llamado sistema. Así soy, somos, lo sabes, lo sabemos, no podemos evitarlo. Luchamos adoloridos, aguerridos, y a veces sentimos rendirnos, lo sabes, lo sabemos.

Y esa espiritualidad mal o bien lograda, a nuestra manera, pero nuestra, finalmente. Pese a quien le pese, se marche quien se marche. Y aún así, no encontramos la paz, esa inquietud que nos mueve y nos altera, las vibraciones de la tierra que nos apuntan a la distancia. Nos sabemos extranjeros, ajenos a estas tierras, las que son de nadie, pero se presumen de todos. Una comunidad enemiga, pero disfrazada de armonía. El caos perpetuo, el del péndulo de nuestros movimientos que nos empuja entre día y noche. Lo que falta es menos drama y más gozo, pero qué difícil se vuelve algunas veces. ¿Cómo vivir sin drama? No estamos preparados, lo sabes, lo sabemos, no podemos evitarlo. Somos realeza del drama, lo sabes, lo sabemos.

Onironautas, intronautas y astronautas, los que no logran posar los pies en el verde, y los viajes quedan inconclusos, las historias que faltan por concluir. Hay cuentos de hadas en espera de final feliz, pero lo dudamos, ¿Creemos en ese final? Quizá sólo esperamos un final, pues ya nos invade un poco el pesimismo, la catarsis de confrontar esta realidad y su irreverente irrealidad, ¿cuál es cuál? Ni Dalí será capaz de expresarlo, ni con mil pinceles y acres de lienzo, este mundo bizarro va más allá. Hemos intentado rompernos, romperlos, alejarnos, pero siempre regresamos, siempre pegamos los pedazos. Nos mantenemos a distancia, en silencio, amedrentando contra el presente absurdo, el pasado cruel y un futuro nebuloso. ¿A dónde vamos? ¿Será que nos queda chico este universo? Nuestra repugnante alergia a la humanidad, por eso nos autoexiliamos, lo sabes, lo sabemos, no podemos evitarlo, pero vendrán nuevos destinos, lo sabes, lo sabemos.

Por eso brindo a tu salud, la nuestra, y la de quien comulgue con nuestra idea, aquellos forajidos de ideas inmaculadas que jamás embonarán en lo lógico, mucho menos en lo aceptable. Aún con máscaras que no corresponden a nuestro interior, andamos con la frente en alto, no nos negamos, tampoco nos callamos, peligro de nuestras bocas, las que uno de estos días serán repudiadas por honestas, pero más vale morir por palabra blanca que por oro falso. Y seguiremos en la negación de esta falsa realidad, lo sabes, lo sabemos, no podemos evitarlo, y al final nos liberaremos, lo sabes, lo sabemos.


[fotografía: Annie Leibovitz]




jueves, 22 de julio de 2010




¿Será que faltan los puntos sobre las íes?


Tal vez el verano se adelantó ¿alcohol? Denme tres para llevar y las jeringas de suero pongan a remojar. Los veinte centavos en la ranura para ver el mundo color de rosa, pero se desgasta el aparato. Pasan los días, muertos a la fosa común, inertes siempre han sido, y contaminan mis caminos. Los venenos matan ratas, pero no pueden con la estupidez, maldita sea la hora de las concepciones sin sentido. He venido a parar sin rumbo, en posiciones inimaginables. Aprendo a ser lo que seré y lo que no he sido aún.

Al derramarse las horas, y al recuento de los trazos, he coleccionado historias y fijado metas lejanas. Amores a distancia que no culminan, otros más cercanos, finalmente la soledad. El intercambio de ideas, los retos intelectuales, manchas al corazón y besos en la piel. Encuentros del tercer tipo, la lucha por pinceladas más sueltas y colores más vivos. Cazador de talentos ajenos, y ladrón de orquídeas, plantando por ahí las locuras incomprendidas, buscando quizá un oído en el nosocomio, aunque al final la pared siga blanca.

Cansado de las cadenas de papel, viviendo el día de la marmota. Una y otra vez. Una y otra vez. Y otra vez. Y otra vez. En lo sucesivo un etcétera. Me bañé de ocio y me casé con la postergación, tiempos malaventurados. Al desahogo le sobran letras, se las quité a la sopa. Ya no encuentro el agujero del conejo, por ahí debe seguir. ¿Dónde quedó Alicia? Me acosan los errores, las capas de mugre que no se lavan.

A tres pasos de la gloria, remotamente cercana, pero largos. Mudanzas y cambios, del rojo al azul y hormonas alteradas. Además ya no se pintan las nubes solas. ¿Qué más da si no hay ayeres? Hay ahoras y rituales antes de dormir.

Y sigo contando: los nudos del estómago, los caprichos invertebrados, mentes en blanco, escupir palabras, beber el elixir de la eterna juventud, morir y resucitar, morir y reencarnar, caer, dormir y soñar, cumplir deseos, besar sapos, viajes sin retorno planeado, conquistar espacios y amarrar palabras, el equilibrio espiritual, la no negación, aceptación a medias. Copas, platos, tazas de té, fiestas de perlas, y libros exquisitos. Mi Rayuela, mi juego inmortal. Partir el mundo en pedazos y devorarlo lentamente, la podredumbre que envenena los riñones. Luchar y seguir, detenerse, admirarse frente al espejo, admirarlos, negarlos, rechazarlos, hacerlos a un lado, traerlos de vuelta y volver a rechazarlos. Un minuto, muchos más, chocolate todavía, poco tiempo, el océano, y el amor de colores.



miércoles, 7 de julio de 2010





Noche de estrellas


Reencuentro de extraños que se conocen cada recoveco, pero en la distancia han decidido guardarlo bajo la alfombra, y justo entonces lo sacan todo, no lo pueden negar, los ojos no mienten. Una parte pretende seguir caminando, la otra ha hecho lo mismo, y en una noche de luna llena curan sus heridas con champaña sobre húmedos textiles, con un fondo de puntitos luminosos que asemejan una civilizada población.

Nadie entiende, pero ya no les importa, quizá querer limar asperezas les es suficiente por hoy, a los pies de la maqueta, luces fluorescentes azules, verdes y más tarde rojas. Muros blancos que no contienen almas pero guardas miradas. Ahí dejar el último aliento que se mezcla con vodka y mango y un toque de sal. Caen las horas sin besos, sólo palabras que fluyen tranquilas.

Al sonar de las campanadas, las cosas no quedan muy claras, pero la paz interna es invaluable y sólo se lograba enfrentando miradas. No se quedan con hubieras, es mejor agotar las posibilidades y matar las dudas.



martes, 15 de junio de 2010




EL OTRO


Hay alguien más aquí, escondiéndose en la lógica de la ecuanimidad, aquella que se presenta más a tiempo que a destiempo. Y aquél, quien vive en la otredad, reflejo némesis de una casualidad, el punto donde divergieron las mentes y se divorciaron las almas.

Hoy soy el otro para aquél, y él la otredad para mí, en parelelo, equidades equidistantes, lejanamente extranjeras, pero tan familiares como los hijos de Zeus.

Las horas marcadas fueron el nacimiento y serán la muerte. El uno vive en la negación del otro, e inversamente proporcional al sentimiento que fluye frente al espejo. Antiquísimo enfrentamiento de caballeros, el blanco y el negro, pero más allá del perfil, la locura contra la cordura.

La paciente monotonía que desfigura el rostro de quien no se pone botas para correr sobre el asfalto. De día y de noche, huir del encarcelamiento de una puta libertad disfrazada de dama de sociedad, aquella que abre las piernas para ofrecerte su sexo, pero al llegar el turno sólo las abre para atraparte. Así el pobre que corre se cansa, y al llegar a su oasis, son sólo ilusiones. Pero ya no es sólo la otredad el cansado, su contraparte se mancha las manos de tinta equivocada, la que envenena las hojas. Ahora el espejo se ve sucio y ya no permite las turbulentas visiones.

La convergencia en planos cartesianos, fracciones rozando coincidencias.







“Incompartida”


Gorda de piel arisca, poros en la cara, de queso las curvas,

Mito legendario, mía y solo mía, te celo como demente,

Te encierro entre las cejas, no te atrevas a salir,

Te poseo, únicamente mía, no te comparto con ninguna otra mirada,

Amante indecoroso, violento pensar en que alguien más te admire,

Serás mi musa eterna, como siempre has sido, en cajita de cristal,

Ahí donde guardo los latidos y los rezos,

Querida mía, muy mía,

Que se erosionen los caminos, pisadas perdidas de vagabundos,

Tras las nubes te esconderé,

Y plantaré falsas imitaciones a lo largo de las calles,

Distracciones de los mezquinos, sus soles y sus tús.


Vente conmigo, tómame la mano, nadie más te quiere como yo,

Mira que te he dedicado miles de letras y hasta marcos en las paredes,

Colgué corbatas en el perchero, amarre deseos a tus pies,

Los susurré, los grité,

Los pegué en el firmamento para que los recogieras a tu paso,

Te dediqué cientos de nombres, te he bautizado y rebautizado,

Orquídea inmortal, pedazo de infinito,

Pero el mejor ha sido “mía” y solo mía.

No importan las historias ni testigos milenarios,

Me ha tocado esta vida para dedicarte mis respiros,

Llénate de ellos, crece esa barriga hermosa que muestras una vez al mes.




martes, 1 de junio de 2010






Narciso letrado


Narcisista de boca cerrada,

Elocuente consciente callando estupideces,

Vanidoso bajo la camisa de cordura,

Todos dentro somos sólo nosotros,

Egocentrismo pronunciado más no enmarcado,

Precavidamente encerrado en lo profundo,

Leernos enaltece el ego,

Mejora la imagen del espejo,

Más alta, quizá más delgada,

Deformada ante el ojo del orgullo propio,

Amémonos y odiémonos


Inspirado en palabras de Rosa Montero, la loca de la casa




lunes, 31 de mayo de 2010



NOTIFICACIÓN


Desde el entorno línea negra que rodea mi espacio, escribo carta de aviso en honor al último suspiro que exhalará mi vida, en el se irán los sentidos gastados y emociones que una vez llenaron el corazón.

No se esfuercen en venir a buscarme, he desaparecido. Borrando trazos mis huellas cadáveres del camino. Lloren el instante y luego continuar. Que manos ajenas no los tomen desprevenidos y alerten a sus ojos los falsos invitados. Alejar del llano los presentes imitadores que reconocerán brillo falso en ojos. La falacia acaba mañana, y hasta entonces protejan sus espaldas de los usurpadores pretendiendo ser yo. Aviso hoy por siempre y nunca jamás mi ausencia constante e indefinida. Ahuyentar a los rompe hogares que ya vigilan sus intermediaciones y entonan himnos de cacería.





martes, 27 de abril de 2010



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No longer the dot in the line,

But the line itself,

The mark of a brush,

And color of today.



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LOST IN HISTORY


Colour of true nature

And nations of seven sons

Across seas of crimson

And lands without their kings.


Threnody from violins

And choirs of black lambs,

The forlorn vale where history prevails,

No points in the road,

Written stories in notes,

Yellow but still black,

And red over their backs,

Graves of heroes,

The forgotten names never claimed.


A stain over the book,

no cover but the inside,

No title assigned,

And sad pages reclaim,

What it was once theirs.


Now no one remain,

Only ashes under the chairs,

And the only witness still

Sitting on the empty throne

With thorns for crown

And sorrow for ally.





jueves, 8 de abril de 2010



Se vale soñar

Revivir para sentirse vivo, aunque muerto algunos pedazos. Y el blanco de mármol color epiléptico, que aunque su superficie sea cóncava, también lo es plana.

Vamos ahí y allá, buscando que la inspiración llegué a la mesa, pero si no llega, entonces uno se pone de pie y la busca entre los asistentes. La audiencia es grande, por ahí debe andar, sin renunciar a la búsqueda aunque se valen descansos periódicos, pues no se puede siempre vivir conectado a la droga metafísica de euforia y constante locura, a veces se vale querer poner los pies en la tierra y renunciar a las fantasías, pero como alguien alguna vez dijo: La fantasía no es más que una extensión de la realidad. Entonces pues, vivamos esta realidad con cuantas extensiones sean necesarias. Algunas enchufadas al corazón, otras a las uñas, pero con corriente de 220 V para que se sienta vibrar el alma.

Hoy desperté consciente que los sueños caducan, pero también tienen fecha asignada para su entrevista en el consulado. Cada hora marcada, este tiempo de Dios que es perfecto, sé exacto quién me lo enseñó, y en carne viva he comprobado su veracidad. Cada espacio en su tiempo, y cada tiempo en su espacio, sin anticipar, sin expirar, hay días y horas no agendadas con tinta, pero seguro aquellas citas llegarán cuando así deba ser.

Porque hay un lugar donde los sueños tienen nombre, pero es larga la ruta y voy caminando. Paciencia a mis pies les pido, y temple al corazón desaforado, llegaremos, lo prometo llegaremos, aunque fecha no presumo, espero sea en primavera.

Además, ¿De qué me quejo? Si he logrado mucho en mis escasos años, varios sueños cumplidos, no tan exactos como eran de noche, pero alcanzados después de todo. Y cada día la lista es más extensa, y más quisquilloso uno se vuele, porque ya no bastan los regalos de navidad, ni los besos a oscuras, es necesario soñar a color, y procurarlos día a día.

Hagamos escalas en el trayecto. Vale la pena sentarse a contemplar el ocaso y dormir bajo los pinos, tomarse un baño en el río, y detenerse a probar el pan. Es justo tomarse el tiempo y no agotarse en la desesperación.




lunes, 5 de abril de 2010




Triste puta vieja


El pedazo blanco seguía intacto, mientras dialogaba la noche con mis sábanas, pero faltabas tú y no te atrevías a entrar. Tras la puerta sin tocar, con el puño desenvainado y litros de alcohol en la sangre, pero ni eso fue suficiente.

No había señales confusas, era demasiado claro todo, al menos eso me parecía. Con el paso de los años aprendiste a no tocar la puerta, pero si muy bien otras cosas. Y hoy que te veo en mis fotos, recuerdo sonriente tus torpes movimientos de la primera vez. Tu sostén no cedía, tus codos me golpeaban el rostro, las almohadas entorpecían, y tus nervios me encantaban.

Supongo, después de 3 hijos, ya tendrás vasta experiencia. ¿En qué momento pasaste de santa a puta? Tus senos fueron el camino más recorrido; tu vagina, el recoveco mejor conocido por mis amigos, y yo de idiota, seguía soñando con tus besos, mientras los demás robaban tus piernas.

Las ilusiones caducan, y el enamorado se cansa de sufrir. Pero mirémonos al espejo un segundo, tú la experta madre de 3, de padres diferentes, más 5 abortos acumulados, y muchas lágrimas gastadas. Tu futuro prominente jamás llegó, lo cambiaste por un pene y ahí todo quedó.

Ahora eres tú la que voltea a verme con admiración, cuando siempre lo hacías con engaño. Pero hoy no te necesito, ya tampoco te deseo, para cosas usadas mejor un auto, que tu sexo ya está muy depreciado.

Mi traje me ha costado años, pero mi futuro apenas empieza, en cambio el tuyo se acabó antes de abrir la caja de regalos. Pero si te sirve de consuelo, siempre tendrás los recuerdos mientras envejezcas sola en la mecedora.





jueves, 25 de marzo de 2010



Mientras llega abril

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Buscando en marzo la fiesta del té, hace buen clima y además el cielo humea. Los caminos derrapando comisuras entre el este y el oeste, entre curvas dirigiendo mis pasos al oriente de un árbol de baobab, sin principito que lo cuide, desgraciadamente.

No encontré las mesas ni las sillas, pero había una tetera, hojas de colores sin insultos, aroma a que si se puede. Entonces me encontré de pronto tarareando una vieja canción que mi consciencia desconocía, pero mi lengua dominaba. Y hoy por hoy, entre el rojo de una pared, y un alma que se deshoja en pedazos, las sonrisas vuelan de ventana en ventana, sin falsos prejuicios, total que ayer se fue al mañana donde espera a que toquen las 3:00 pm.

Las notas y los versos, rica sopa espesa con cuchara de palo, en sábado o domingo, observando por la ventana caer colores sin pinceles, esos van entre los dedos. Al mediodía llega el sol a secar cristales, por las noches mejor la compañía de la luna y tragos de vodka y tonic, con música y platillos, viéndolos reír, bailar entre espadas, coro contemporáneo en el ombligo del mundo, dado que caen estrellas y se miran los oscuros, ojos intermitentes, ¿Será?

Despertar asustado, casi lágrimas sin sábanas, no hay paño que tape, tortura de un temor materializado, frente al espejo se desvisten las mentiras, y al otro lado se roban las ilusiones las flores parlanchinas, de esas que crecen en la vereda que lleva a ningún lado. El cristal no miente, los que engañan son los ojos. Y otra vez al negro, agitación mientras se acercan las paredes, un descanso eterno y perpetuo para quien no lo merece. Ahí a lo lejos el pie que detiene la puerta, no se cierra, no se abre, mutilaciones de los libros.

Sigue cantando sobre amarillo, y gotas de rojo manchan por ahí y por allá, se asemejan a lágrimas de virgen suicida, reza y reza sin manos al pecho, un gitano que robó el corazón y lo devoró en su desayuno, el premio en su caja de cereal, arroz inflado y sigue cantando hasta el final, una euforia total, sonidos graves, agudos y mudos.