viernes, 22 de julio de 2011




Y seré aquél que siempre sonría,

Entre una tormenta de arena y otra de nieve,

Tempestad que no me detiene,

Un grano de arena en el ojo,

No nublará mi vista.


Cumplir promesas, alcanzar los sueños,

Un comienzo en el ahora,

Mañana es hoy, ayer no hay,

Los puntos distantes entre mis dedos,

Metas que llegan a mis dientes.


De papel construiré castillos indestructibles,

Con pluma por cincel y cimientos de voluntad,

Al ritmo de marcha de guerra,

Tambores, trombones, banderas de colores

Caballos, caballeros y espadas al viento.


Las amenazas ruines de envidias leprosas,

Me protege la indiferencia,

Bendita sea a veces la ignorancia,

Más todavía, la osadía de ignorar lo inútil





[Revisando mis curiosidades, me topé con este corto pensamiento escrito hace un par de años]


GENOCIDIO


Al centro de una conversación ecuánime no suena tan disparatada la idea del suicidio, ahogarse en miel pura, dulce venganza del mismo yo. Esas palabras pierden sentido y lógica, escucho un bla bla bla, y la mente viaja traicionera hasta donde no debiera estar. Quizá entonces sea una señal, si mente y cuerpo no comulgan, ni coexisten en el hoy y el aquí, hay una posibilidad no tan remota, más bien muy probable, de que errada haya sido la decisión de mudanzas, pero me rehúso a doblegar el corazón al capricho efímero y momentáneo de uno u otro que a tajo y destajo cambian pareceres, rota confusión muda, perdón, más bien sería gritona, pues no permite escuchar lo que hay en rededor.


Cada cual pide pan para su mesa, que si uno lo quiere allá y el otro acá, y el tercero por ahí. Norte, sur, este y oeste, sin punto seguro de cuasi convivencia perfecta. Siempre habrá un descontento, ¿sacrificarlo todo por ello? Hace falta escoger gobernador, la voz y voto del cuerpo, que traiga paz al conflicto anatómico-espiritual. Y al oír a todos gritar, cada quien con sus peticiones, la histeria masiva y las huelgas sobre mi propio paseo de la reforma. Entonces, de nuevo, la idea del suicidio no suena tan mal, en miel y mazapán, o mejor todavía, un genocidio de las partes, que se callen y conformen, esto es lo que hay, lo que ofrezco y lo que quiero. Si tienen quejas, favor de echarlas al buzón de quejas y sugerencias.




ES HOY, NO MAÑANA


Que hay que planear,

Pero mejor vivir intensamente,

Que si ser racional o pasional,

De un lado el blanco,

Atrás el negro,

No hay acuerdos.


Ya no me importa, son decisiones propias,

Aquellos que proyectan sus miedos en mí,

Les tengo opciones de destinos,

Miren lejos,

Mucho más lejos,

Por allá,

Y si no les parece,

También hay terapeutas,

Pero que no vengan con sus quejas,

Los consejos por historias suyas,

No hay quien aprenda por ajenas experiencias.


Todo se acaba,

Y nadie nos avisa cuándo,

Entonces, ¿Para qué esperar?

Llevo mi ritmo, es mi tiempo, si te parece bueno,

Y si no también.


No temo el fracaso,

Si sucede brindaré por el aprendizaje,

Y si no llega beberé a la salud de mi éxito,

Pero, ¿Sabes qué? al menos no me detengo,

Ya no quiero irme lento,

Falso es que nos sobra el tiempo,

Por el contrario, falta me hace.


Bien dicen que quien no arriesga no gana,

Pues heme aquí al borde del risco,

Un clavado peligroso,

Adrenalina,

Al fondo de las venas encuentro valor,

Y me verás nadando, sin golpes ni duelos,

Me juego el todo por el todo,

Exponiendo de nuevo el corazón.


Y te repito,

No temo al dolor,

Así es la vida, dolorosa y gloriosa,

Allá tú si te sientas a esperarla,

Yo prefiero correr a su encuentro.



[Corramos el riesgo de equivocarnos,
y no cometamos la equivocación de no arriegarnos.
- El Principto ]