lunes, 12 de septiembre de 2011
Extendiendo las alas
De las impresiones
erradas llegan las correcciones en versiones mejoradas, son los opuestos,
brincar del negro al blanco en 7 días. Ahora sé que las cajitas musicales son
mi nuevo juguete preferido, y los sonidos que me faltan aún por descubrir,
tengo el do, el fa y sol mayor, estaré pendiente al si.
Desde entonces podrán
decir que venero a San Judas Tadeo, así tocan las coincidencias, hasta un
maratón tocó, y aunque no me colgué rosarios, si ilusiones, esas que añejan en
ansias y se destilan en viernes, ejerciendo cupones de promociones.
La compañía en
distancia, y horas diferidas, en el desierto lejano, paraíso escondido, o
dentro de una piscina, la esencia siempre rondando, ya no es cena para uno,
aunque parezca loco. Las gratas sorpresas, y a medianoche el carruaje en
calabaza, a pesar de ello, las copas de tinto brindan por reencuentros, de esos
que comulgan en la cama y se confiesan de mañana.
Nacen adicciones
mientras colecciono sonrisas, propias y ajenas, en frascos de cristal cortado,
ahí, sobre el trinchador y debajo del sillón. En paralelo, se delibera el
nombramiento de un nuevo monarca, el sucesor del rey de tréboles.
Si, de nuevo el salto
al abismo, esperando ser rescatado por un ángel antes de tocar el fondo. Si, de
nuevo jugándome el todo por el todo, Si, de nuevo exponiendo el corazón, sin
importar si salgo herido, tengo hilo y aguja en el armario, sé coser, ¿Ya se
los había dicho?
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